domingo, 20 de marzo de 2011

Fragmento de una obra inédita.

A.C. O'Callaghan

ACTO ÚNICO

Escena I:
Espacio y tiempo cualquiera. Los personajes o voces, así como vienen, se van. Se esfuman.

CLARA: ¡Adiós!
Clavelrosa (R1): ¿A qué le dices adiós?
Clavelinés (R2): ¿De qué te despides?
R1: Sigue, adelante, camina, anda, ve, ve, vete.
R2: Re – gre – sar.
CLARA: ¡Adiós! ... ¿Adiós? ¿a quién? ¿regresar? No es posible... hay otro volver. Hay otro. Hay otro. Es endemoniadamente difícil.
R1: Ya cállate estúpida. Qué aburrido. Basta.
R2: No es tan fácil. Estás paralizada. Detente. Escucha las voces.
CLARA: ¿Qué está pasando? Quisiera descubrir lo que está pasando.
MAESTRA: ¡Clara! ¡Atenta! Harás esto, harás esto, harás esto.
CLARA: Es como Aura.
R1: Aura.
R2: Futuro perfecto imperativo.
R1: Pero eso no lo sabes todavía.
CLARA: Es un encantamiento sutil e indirecto. Un hechizo. Una anestesia para el alma.
R1 y R2: Silencio.
AMIGA: Prefiero no ser más tu amiga. Insistes en llevarme la contraria. En llevarle la contraria a todos defendiendo a esa boba.
R1: Dale la espalda, defráudala.
R2: Es su vida o la tuya. Para siempre. Ahora.
LA BOBA: Cumplimos el mismo día.
CLARA: Allí comenzó todo.
R1: Quién necesitaba más a quién
R2: Quién hizo la mayor caridad.

Escena II:
Espacio y tiempo cualquiera.

CLARA: Estoy sentada aquí. Soy una persona cualquiera. Sin nada trascendental que contar o recordar. Esto es pura catársis egoísta.
R1: Me encantaría que pasara algo.
R2: Dígase para empezar.
R1: Esta tarde. Otra vez una tarde maravillosa.
R2: Me comió la mano.
R1: Cenicienta. Adán y Eva. El Ángel Gabriel.
R2: Esta pequeña luz. La dejaré brillar.
R1: Mañana, mañana. Flores y esa palabra.
R2: El existencialismo egoísta que yo represento.
R1: No quiero morir. No quiero morir.
R2: Golpe de estado.
R1: Corre... porque es cómico.
R2: Lo que es interesante, nunca es correcto.
CLARA: Nadie entiende esto sino yo. No es justo.
PSICÓLOGA: Cuéntame qué te trae por acá.
CLARA: Escuchaba a otras almas masturbándose mientras pagaban a un boyerista.
PSICÓLOGA: Qué fuerte. Bueno eso. No hay un librito. No hay un manual.
CLARA: No tengo el presupuesto para llorar con público.
PSICÓLOGA: Tienes mucho miedo. Necesitas pararte sobre tus propios pies.
R1: Psicodrama
R2: Drama psicológico.

Escena III:
Espacio y tiempo cualquiera.

CLARA: Me inspiró. Me conmovió. Me da razón de ser. Me despierta. Esto, que no se qué es aún, es para tí.
R1: A lo que vas.
R2: A lo que vamos.
MAESTRA: Finjo que me gusta la cadena que me ragalaste en navidad pero tu ves mi mueca y con tus cinco años te das cuenta que tu gesto me decepcionó. Esto ocurre por yo ser una persona descuidada y egoísta.
R1: O a lo mejor lo imaginaste.
R2: Probablemente.
R1: ¿Quién sabe?
R2: Ella.
R1: ¿Le preguntó?
R2: ¿Le preguntaste?
CLARA: ¿Para qué? Cuando las decisiones están tomadas en la imaginación no hay debate posible.

Escena IV:
Espacio y tiempo cualquiera.

R1: No hay ningún tipo de orden ni estructura.
R2: Fotografías desordenadas de una memoria.
R1: Una gaveta violentada y tirada al suelo.
R2: Todo regado.
CLARA: Poner orden. Orden. ¿Dónde comienzo? Revisar, clasificar ¿Para qué? No es tan importante.
PSICOLÓGA: Simplemente habla.
CLARA: Todo es una eterna introducción.
PSICÓLOGA: Llegamos hasta aquí por hoy.
R1: ... tachó una palabra... ella, la que escribía.
R2: Está pensando.
R1: Está conciente.
R2: La estética la perturba.
R1: Comienza a morir la espontaneidad.
R2: Ahora busca un camino. Un propósito.
R1: Y lo peor de todo. Cierta... belleza estética.
R1 y R2: Por hoy, llegamos hasta aquí.
MAESTRA: ¿Quién imita a quién? Remítase a lo escrito en la línea anterior y en la de más arriba.
PLUMA: Suéltame, hasta que ya no tengas nada que decir y me dejes hablar a mí sola.
CLARA: Me rindo. No quiero. Pero me rindo.
R1: Se rinde.
R2: por varios días y tiempos. Años.

Escena V:
Espacio y tiempo cualquiera.

CLARA: No soy eso que hace jaque mate inverosímil en las nubes del tiempo lluvioso en mi ventana. Después de la película un cenicero improvisado y el frío. Y aquello que debo leer y oir y ver. A ese sitio donde debo ir. La excusa, la alegría, la lejanía, la cercanía de la amistad perdida y recuperada, asanduichada, pegada con curitas. La nostalgia. Sonidos interrumpidos de músicas cargándose bajándose, perteneciéndome, infectándome. No soy aquello que ven que oigo que digo. No controlo no poseo, lloro, la ventana abierta, caminar. Hoy quería...
R1: caminar caminar caminar, y ver y fluir y los switches.
R2: Recordar y ver y conmoverse.
CLARA: Me sirvo un vaso de agua, decido no lavar los platos, decido no ponerme los zapatos. Los días son tan diferentes y silenciosos. Cantar. Un cansancio en el alma como un asma ahogada y tranquila. Quiero poner la película otra vez, quiero ver a mi amigo en su obra de teatro, quiero hacerme la loca, tengo miedo de conocer a la otra persona. No se qué es lo que me ven, ¿qué tengo?
R1: ¿Qué tienes de qué?
CLARA: ¿por qué genero tantas expectativas?
R2: achita la niña.
CLARA: ¿porque los hombres mayores me hablan en las fiestas?
R1 y R2: Por qué será...
CLARA: Me pierdo, no se. No soy. Canciones y lentes y películas. Vómito de pensamiento corrido sin hilo, trance poético no lance patético. ¿Qué son las cosas?
R1: ¿Qué son las cosas?
CLARA: ¿qué tan importantes son las cosas?
R2: ¿Qué tan importantes son las cosas?
CLARA: Claro que no soy si soy un humo que se desintegra y deforma y arma y pelea con las letras.
R1 y R2: Fondo forma fondo forma fondo forma fondo forma fonda formo fanda farma deforma.
CLARA: Me gusta entregarme a esta breve locura y tener frío en los pies y negarme a los zapatos. Tengo la resaca de una década, mi cama está destendida, hay polvo sobre las superficies.
R1: Invernar. Internar.
CLARA: la belleza me perturba...
R2: dorian dorian dorian dorian
CLARA: quizás hable en otro idioma como un sueño con significado. Cualquier cosa con sueño y ganas de llorar y el cabello que no es el mismo de antes.
R1 y R2: y a quién le importa.
R1: Xua xua xua xua xua xua.
R2: Quiere hacer su descubrimiento y sus manos tiemblan y los ojos se le cierran y necesita pararlo todo inmediatamente por un rato.
CLARA: Es muy difícil.
R1: ¿Quién quiere estar con esto? yo no quiero estar con esto.
CLARA: No puedo estar sentada derecha, no puedo decir cosas coherentes.
R2: Inocente inocente ilusa infantil no crecida no mayor anciana desubicada cualquier cosa sin edad sin tiempo.
CLARA: Pierdo la nocion del tiempo, es cualquier año, cualquier dia, cualquier hora, hace nada pintaba la parte de adentro de mi closet con todos los creyones que tenía y lloraba a los ocho años porque no tenia tiempo.
R1: y se encerraba sobre alfombras grises, azules, anaranjadas a pensar y cantar y soñar y ayer se moría de amor y ayer se peleaba y gritaba.
R2: Tiene un caracter de mierda.
R1: y solo ayer escribia poemas de sombra.
CLARA: y me enamoraba de cosas inalcansables y sufria con la luna y la amistad y las literas y las campanas y los matorrales y las camionetas y los miradores y las cajitas de clinex azules, eternas inmortales y los cigarros escondidos y las cartas escondidas y los engaños y los golpes y las escaleras
R2: todo tipo de escaleras: para golpearse, para besarse, para terminarse, para bajar y subir, frias, incómodas, hogareñas, perdidas, llaves perdidas, cuartos perdidos, personas perdidas, amores perdidos ¡y una borrachera del alma sorda! Estúpida, lunática, demente, un espejo irreconocible y libros y muñecas y fantasías y cuadernos garabateados con pulsos diferentes y letras diferentes y tintas diferentes.
R1: y páginas rotas, arrancadas, hojas desgarradas de afincar y mojadas de llorar y llenas de tierra y hojas de parques de jardines de banquitos y de curas que le dicen que es elegante y hombres que le dicen bella y la quieren aunque tenga pocos años.
R2: pocos pocos pocos pocos
CLARA: y me desangro con una pelicula, con una hora, con una gota de lluvia, con un cigarro, con una pérdida, con un vacio y un amor que se marchita y...
R1: yerma yerma yerma yerma yerma y..
CLARA: un libro escondido y un diario escondido y la luz y los ojos de gato y las neblinas y los carros y las canciones para ballenas y las camionetas y los besos.
R2: “Beso bien dices, no, no tengo práctica”
R1: “ahora si, ahora si tengo práctica”
CLARA: Me deshago en otros, me disuelvo, vine asi, será, qué imposible, que insoportable nunca ser de verdad, en serio, libre...
R1: grotesco como es uno, asi y no y cambiar y no ser nada y ser todos y todas y querer y hacer una pataleta y nunca querer que nada termine y siempre esperar que todo empiece y sea nuevo pero que nunca termine... desesperación de tener y no tener y esperar.
CLARA: Me rompo en mil pedazos, quiero entrar en coma. Quién me dijo a mi que yo podia hacer cualquier cosa, o crear cualquier cosa. El arte por el arte...
R2: es mentira, no es una decisión, no sabes cómo no ser asi, no sabes cómo ser lo que tienes que hacer.
CLARA: el frio me abraza y no estoy sola y quiero té. Auxilio.
R1: Ella hace esto apropósito para dejarse ir, pudiese no hacerlo, es como un rush, hay gente que se droga, Ella hace esto.
CLARA: auxilio auxilio auxilio.
R2: para qué si igual nunca podrás explicárselo a nadie, solo das miedo y asco y miedo y lástima quizas.
CLARA: no me ha pasado nada. No soy tan mala.
R1: mala mala mala mala.
R2: Decadente.
CLARA: Soy timida quisiera nunca tener que hablar.
R1: Esto es un ejercicio con brakes para llorar y brakes para bailar.
R2: Así es más fácil.
CLARA: Así ya no me pertenece.

...

jueves, 3 de marzo de 2011

Blue Valentine y Rabbit Hole: Breve suspiro sobre dos películas increíbles.

Imagen: 
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Ana O'Callaghan

No es usual encontrarse con dos películas, dos días seguidos, que logren realmente atravesar la barrera de la contidianidad y quemarlo a uno como un cigarrillo prendido sobre la piel. Algo así pasó con Rabbit Hole y Blue Valentine.

Al escribir un guión a veces se nos olvida que el truco no está en ser “genial”, sino en proveer la magia para que se redimensione lo conocido hasta lograr conmover. Hoy, hablando con una amiga, nos preguntábamos sobre la multiplicidad de artes que deben converger en su excelencia para crear una buena película. Es una orgía de sincero amor entre guionista, director, actor, editor y demás miembros de una familia neo-hippie que comparte por semanas el mismo catering frío.

Sobre todo idea, texto y quien lo pronuncia. El que escribe y el que actúa. La intimidad que las palabras deben entretejer para que suceda el acontecimiento artístico, la sensibilidad de quien encarna un rol para adueñarse de su candidez. La audiencia para que lo viva, lo sufra, lo disfrute. La conexión humana a través del arte.

El mundo paralelo de Rabbit Hole, me transporta a esa otra realidad que se estira grotesca, como las extremidades del feto-alien bajo la elasticidad de lo “normal”. El compromiso que hay que hacer con ese mundo que sigue a pesar de uno. La transformación de seres humanos en soportes mutuos. El amor a pesar de todo.

El amor a pesar de todo. Blue Valentine. Una promesa que se hace. Un abrazo en el momento del quiebre de las superficies. La degeneración del cuento de hadas bajo la sombra del inminente tiempo.

La opción de abandonarse, en ambas, resulta ser imposible. Vidas que se encuentran para tratar de construir un solo ser, medianamente funcional. El dolor, la pérdida, el desamor. El tacto y sus traicioneros antojos y repulsiones. Lo incontrolable y efimero que resulta acompañarse, a veces en los peores momentos.

A veces la vida atenta contra nuestra genuina humanidad. Y nuestro instinto herido atenta contra la supervivencia. Encontrarse conectados en un torbellino catastrófico de emociones. Tan prácticamente imposible como encontrar la mano perdida de alguien que se ahoga en el mismo maremoto.

La magia de estas películas es colocar frente a nosotros este sencillo espejo roto cuyos fragmentos dejan ver, a veces, suspiros propios de la más escondida verdad. Una ficción viva. Un conejo azul. No existe y sí existe. Imposible no acordarme del clavel verde de Oscar. Arte y Vida enganchados en el ojal. Mi tatuaje. La leyenda de Xua-Xua.

El guionista, como el actor, no tiene por qué enfocarse en ser original, o descabellado, o incomprendido. Basta con ser honesto. Así se encuentran palabra y voz, y se redimensionan y reinventan para gestar los momentos en donde podemos adueñarnos de los fragmentos de espejo; respirar en silencio y sentir la sangre correr libre por las venas.

¿El texto hace al actor o el actor hace al texto? Creación colectiva. Revelan la ineludible estupidez de los egos. Hay algo más grande ocurriendo. Semejante quizás al amor verdadero. A la entrega en comunión absoluta con un fondo que busca una forma nueva. Una forma cuyo fondo ha sido inyectado con adrenalina. Conocido y desconocido, como un poema. Indescifrable pero familiar.

El arte no tiene que ser terapéutico. El arte mueve las fibras de la belleza; la organiza  y expone ante nuestros ojos miopes. Pero esta visión, fugaz, amable, cruel, genuina, me devuelve el alma por instantes.  Hace aquello que intuyo que soy, sólido por un momento. Y me puedo abrazar a mí misma porque me encuentro. Y esta es la mejor terapia.

Es el conejo de Alicia, pero azul. La diferencia es que éste no está apurado. Este espera entre los matorrales del jardín a que pasemos rápidos viendo nuestro reloj, y entonces comenzar a perseguirnos.